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Tradiciones y costumbres como elementos configuradores de nuestro Ile Orisha

    Autor: Prof. Argisay Molina (Bambinu) Olo Oshun www.yorubauniversal.blogspot.com argisay22@gmail.com Facebook: Arabambi Kawo / Yoruba Universal Instagram: Yoruba_Universal Hay una reflexión de carácter urgente en este momento histórico en torno a las tradiciones y costumbres, aunque pareciera un tema de respuesta tácitas debemos analizarlo a profundidad para poder entender ese fenómeno que denominamos “Casa de Santo” o “Ile Osha”. Debido al auge de los diversos tratados post años 60 se ha generado un fenómeno de estudio y practica que perdió su ancla natural, esta ancla natural era la orientación de un mayor que aprendió de otros mayores, básicamente la enseñanza oral. Aunque no lo veamos directamente debemos comprender que el proceso educativo, de trasmisión de secretos, costumbres y tradiciones es la piedra angular del proceso de enseñanza, en este proceso es que se trasfieren, se comparten, se viven y se practican las tradiciones y costumbres entre los Oloshas mayores y los ma

LOS CAURIS


Autor: Mario Trujillo
Escritor, Investigador y Bibliotecólogo, UCV

Cuando queremos dejar algo al azar o queremos que sea la suerte quien tome la decisión, solemos tomar una moneda, lanzarla al aire y esperar su caída: cara o sello, cara o cruz. Desde que han existido las monedas, el ser humano las ha asociado a la suerte, le ha dado simbolismos místicos y hasta las ha convertido en oráculos.
El presente artículo tiene como objetivo suministrar algunos datos históricos que nos ayuden a desmitificar ciertos conceptos dentro de las religiones yorubas.
En primer lugar hay que dejar claro que los caracoles o cauris que se utilizan para la adivinación dentro de nuestra religión son una familia de moluscos marinos cuyo nombre científico es “Monetaria Moneta”, y ese nombre está dado porque precisamente su primera utilización en el mundo fue la de moneda de cambio comercial.
Estos moluscos provienen principalmente del océano índico, específicamente de Las Islas Maldivas al sur de La India, de hecho, es en Indonesia, Filipinas, Nueva Zelandia, China, La India y África donde se establece con mayor fuerza su utilización comercial.
Por lo menos un milenio antes del nacimiento de Cristo y mucho antes de que en Grecia se acuñaran las primeras monedas, ya en la China se utilizaba el cauri como antecesor de las monedas metálicas.
“En China, jugaron un papel fundamental en la economía: desde la época de la Dinastía Zhou del Oeste (1027-771 a.C.), el cauri fue un medio de intercambio, una unidad de cuenta y una medida de valor.
Antes de cumplir funciones dinerarias, los cauris se distinguieron en el seno de la cultura china por ser objetos muy apreciados, y la posesión de grandes cantidades de los mismos, demostraba un elevado y prestigioso estatus social, por lo que no debe sorprendernos el hecho de que, además de ser presentados como excelsos obsequios, los mismos eran depositados a modo de ajuar funerario en grandes cantidades en las tumbas.”(1)
Sobre suelo africano se han conseguido evidencias arqueológicas de la utilización de cauris por lo menos entre los años 1280 a 1220 a. C. pues es conocido el hallazgo en una tumba egipcia de un cinturón de cauris perteneciente a la reina Meret quien fue una de las esposas de Ramses II y reinó en aquel período.
Sin embargo, se estima que el uso masivo de cauris como moneda africana ocurrió aproximadamente en el siglo V d.C, por medio de los traficantes de oro y marfil que comerciaban a través del cuerno africano entre Yemen, Etiopía, Eritrea, Nubia y Egipto.

Esa ruta comercial, después se convirtió en la vía favorita para un incipiente tráfico de esclavos africanos hacia la península arábiga; sería a través de esta vía que llegaron algunos de los esclavos que trabajaron en las tierras de la arabia preislámica, los mismos esclavos negros que aparecen referenciados en los cuentos de “Las Mil y Una Noches”.
Después, en el siglo X d.C., con la utilización del camello como herramienta de carga surgió el “comercio árabe de esclavos”. De esta manera se abrieron nuevas rutas esclavistas y se masificó aún más la utilización del cauri en el mercado africano.
Pero a partir del siglo XV, fueron los europeos quienes alcanzaron mayor notoriedad en este asunto:
“La ruta que seguía el comercio del cauri por los europeos desde el océano Índico circunnavegaba África. A pesar de que los cargamentos pasaban por las costas de África, no se detenían en ellas para despojarse de la carga. Los barcos seguían hasta Ámsterdam o Londres y, desde allí, las conchas emprendían de nuevo un viaje a África después de ser subastadas.
Esto se debía a que el cauri se utilizaba como lastre en la parte inferior de los barcos. Pero, además de lastre, se empleaba como mercancía. Una vez que el cauri llegaba a Ámsterdam o Londres, se producía un tráfico intraeuropeo de las conchas (a través de Francia, Portugal, Holanda, Inglaterra o Dinamarca).
El interés que los comerciantes tenían en el cauri se debía a que la demanda de cauri en los lejanos reinos de África occidental convertía a estas conchas en el principal medio de cambio para adquirir esclavos. La masiva utilización de esclavos en las plantaciones americanas convertía a estos seres humanos en una mercancía muy deseada.
Holandeses e ingleses fueron los verdaderos artífices del comercio del cauri convirtiéndolo en el dinero de la esclavitud. Supieron conjugar la demanda africana de cauri con la europea de esclavos, asociando los dos comercios. De esta manera, cuando el comercio de esclavos creció tanto en el s. XVIII, también creció el del cauri”. (2)
Pero aquellos gobernantes y mercaderes africanos que acumularon grandes cantidades de cauris como producto del tráfico de mano de obra esclava en complicidad con los esclavistas europeos, recibieron una gran sorpresa:
A finales del siglo XIX, las potencias coloniales europeas, con el pretexto de evitar conflictos con sus monedas nacionales prohibieron el uso del cauri como moneda de cambio.
Los europeos habían estafado de esa manera a sus socios africanos, pues el dinero con que habían pagado sus esclavos ahora no tenía ningún valor en el mercado internacional, y drásticamente fue perdiendo el poco valor interno que tenía en algunas regiones de África.
Esta gran estafa provocó un trauma social en aquellas poblaciones que, desde el principio, lo habían acogió con agrado y lo habían incorporado a su vida cotidiana y a sus tradiciones. Además causó un sacudón económico en varios estados africanos que después de vender toda su mano de obra como esclavos ahora se quedaba con los cauris sin poderlos utilizar como moneda y sin recibir ningún tipo de indemnización al respecto.
Imagínese que usted trabaja todo el año y vende toda su mercancía en dólares y que además, toda su economía y la de su país comienza a manejarse en dólares, pero de la noche a la mañana, a alguien se le ocurre que todos los dólares acumulados por usted y su economía ya no tienen valor alguno y que no servirán sino para adornar paredes. Aquella fue la gran estafa del siglo, pues África se había quedado sin Oro, sin Marfil y sin mano de obra para construir su progreso. Todavía hoy en día muchos se preguntan porque existe tanta pobreza en África. Pues bien, aquella fue una de las causas.
Pero desde un primer momento tanto en el estado de Kerala de la India así como en Mali, Ghana, Mauritania, Senegal, Costa de Marfil, Níger, Togo, República de Benín, Nigeria, Camerún, Burkina Faso, Guinea, Sierra Leona, y Gabón, los cauris habían sido utilizados también como oráculo adivinatorio.
Aún en nuestros días tanto en África como en la india existen diversos métodos adivinatorios basados en la utilización de cauris; estos métodos incluyen lectura por caída geomántica (aperitis) o por conteo de cauris (numerológica)y en algunos casos el vidente fusiona ambos métodos durante la adivinación. Es importante recalcar que en La India se utilizan 108 caracoles para adivinar mientras que en tierras africanas se utilizan 4, 8, 16 o 36 caracoles durante la consulta.
Pero además, cada región posee su propio corpus literario y sus propias influencias culturales o sincréticas, es así como a través de los cauris hablarán los Astros, los Orishas, los Eguns o inclusive los Genios Musulmanes.
Es un hecho histórico que la geomancia árabe llegó mucho después que el dilogun a África, y es fácil deducir entonces que el corpus de Ifa tiene que haber sido creado fusionando dicha geomancia árabe con el corpus literario que prevalecía para aquel momento en el reino yoruba (El Cauri).
Notemos que todos los nombres de ciudades, personas, Orichas, o sitios en los versos o patakies de Ifa tienen nombres yorubas y no árabes, lo cual indica que la influencia poética de los yorubas, eclipsó casi por completo a las influencias àrabes. Este detalle nos muestra que el corpus cultural de los yorubas ya estaba muy bien cimentado y construido para el momento en que llegaron los musulmanes.
Olorun Wagbe`o

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Fuentes: (1) Eco Filatélico y Numismático 65 (1180) (Diciembre 2009): pp. 46-47. (2) Paz Moreno Feliú: El bosque de las Gracias y sus pasatiempos. Madrid, Editorial Trotta, S.A, 2011.
 

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